Enfrentados al fenómeno Covid, los medios de prensa del mundo se han convertido en vulgares cajas de resonancia del relato oficial. Dado el alto grado de propaganda circulante, el debate en torno a esta problemática planetaria adquiere un tono crispado, de confusión y discordia, que no se justifica verdaderamente. Como es natural, la investigación científica seria ha seguido desarrollándose, pese a todos los obstáculos y la abierta hostilidad. Y es esta investigación, silenciada por los medios masivos, la que nos permite enfocar con suficiente claridad una realidad quemante: el efecto nocivo de las vacunas C-19.
La siguiente información, que se apoya en una secuencia de reveladoras imágenes, fue eliminada de Facebook a las pocas horas de ser publicada. Son imágenes hechas todas en fecha reciente y que sirven, precisamente, para sintetizar y despejar de cháchara la discusión que acompaña este fenómeno plandémico.
La primera (1) muestra la anómala disposición de los glóbulos rojos presentes en la sangre en proximidad a un cluster de óxido de grafeno reducido (rGO), tomada con microscopio de contraste de fases a 1500x por Robert Young, doctor en bioquímica.
La segunda (2), imagen tomada por un microscopio de fluorescencia (de ahí la coloración) a la sangre de una persona vacunada -con fármaco Pfizer-, hecha por Armin Koroknay, toxicólogo de la U. de Zurich, que nos muestra, a la izquierda, la disposición normal de los glóbulos rojos y, a la derecha, la totalmente anómala en sangre de persona inoculada, que el mismo investigador atribuye a una “perturbación de campos eléctricos”. En la tercera (3), el mismo Koroknay muestra y alerta respecto a la inusualmente alta presencia de fibrina en la sangre de persona vacunada (la fibrina es una proteína que interviene en el proceso de coagulación). Ambas imágenes tomadas de video que se puede ver acá.
Y, finalmente, la imagen obtenida por tomografía computada, que corresponde a reporte hecho por médicos franceses, publicado en edición de septiembre 2021, respecto a caso de joven de 21 años que presenta dramático cuadro de trombosis múltiple en el cerebro, pocos días después de ser vacunada. Afortunadamente, la joven pudo sobrevivir tras recibir un intenso tratamiento en base a anticoagulantes. Informe puede ver acá.
Como cualquiera puede ver, la conexión entre una notable perturbación de la sangre y las nuevas “vacunas” C19 queda más que establecida. La generación de trombos, por tanto, se puede producir en el organismo de cualquier receptor de estos tóxicos fármacos, independiente de su edad y su sexo. El acceso a la información veraz puede salvar vidas.